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27 de noviembre de 2007

¿Qué imagen reflejamos en los demás?

Seguramente por mi naturaleza tímida, durante mucho tiempo me preocupó lo que los demás pudiesen pensar de mí. Qué imagen estaba reflejando en los demás, si lo que de verdad era mi personalidad o solo una parte de ella.

A causa de mis pensamientos, y de mi intensión de causar una "buena" impresión, me reprimía (y sigo haciéndolo un poco aún), no dejaba actuar a mi verdadero yo.

Supongo que muchos podrán comprender lo que esto significa. Las ganas de opinar sobre un tema y no hacerlo por el infundado temor en cometer un error en nuestro argumento, la frustración cuando alguien que pensó de igual manera lo expresa y todos piensan: "que gran idea", y uno ahí en silencio pensando: "porque no lo dije". El miedo a mostrar nuestros verdaderos sentimientos.

De a poco creo ir superándolo, primero con personas con las cuales tengo bastante confianza y ahora con aquellas con las que me siento cómoda en una conversación. No voy a decir que voy por la vida diciéndole a todos lo que pienso abiertamente.

Lo triste es ver como aquellas personas que no poseen y nunca padecieron de timidez no lo comprendan, no entiendan que hay algo más fuerte que uno que impide actuar como quisiéramos. Y nos tilden de "entes" o lo que fuere. Que nos subestimen más de lo que somos capaces nosotros mismos.

Hace un tiempo que decidí que no me importa lo que opinen los demás de mí. Que decidí intentar salir de mi rincón... Aunque a veces cueste esquivar esos pensamientos de: ¿porqué se habrá quedado mirándome?, ¿Estaré despeinada?, etc, etc, etc...

Pero hace unos días no pude evitar hacerme la pregunta que hoy le da título a este post: ¿Qué imagen estoy reflejando en los demás?
¿Porqué? Pues bien, estaba cenando en casa cuando llega a mi teléfono un sms. Era una compañera de la universidad, me decía que tenía un casamiento, que se iba a poner tal vestido (lo describía con lujo de detalles, tanto que podía imaginármelo), al final me preguntaba: ¿Qué color de zapatos combina?, ¿Uso un collar o brazalete?. Me quedé mirando el teléfono. Es típico que nos preguntemos esas cosas entre chicas, pero mandar un mensaje de texto exclusivamente para eso... Pensé: "Me debe ver como alguien que solo se ocupa de su imagen, de que los zapatos le combinen con la cartera, que horror". A los pocos días la encuentro y me da las gracias, que mis consejos le había sido de mucha utilidad y los había seguido. Yo estaba algo apenada, y mi cabeza seguía formulando preguntas. "¿Todos pensarán igual que ella de mí?". En realidad más que todo me importaba la opinión de una persona en especial.

Lo comenté con una amiga, y lejos de decirme que dejará de pensar eso, se rió. Pero después mientras halábamos sobre el tema recordé que también me consultaba sobre dudas que tenía en algunas materias, que me había mandado un sms un día que estaba súper feliz por haber aprobado un examen...

Me dí cuenta que había pensado todo eso por un temor mío a estar dando una imagen que no quería. Pero mi forma de vestir, de hablar, de pensar o lo que sea forman parte de mi personalidad, no voy a cambiarlas solo para ser más aceptada. Si alguien piensa algo de mí que no es real, no puedo modificarlo, además no le caemos bien a todos, pero puedo aceptarlo...



"Ignora, simple y definitivamente, las muestras de desaprobación de los demás. Así te demostrarás que tu opinión acerca de ti mismo es más importante que la de los demás, y no te dejarás influir por ella.
Pregúntate si las cosas te irían mejor si todos estuvieran de acuerdo contigo. Piensa que lo que los demás opinen sólo tiene efecto sobre ti si tú permites que así sea.
Piensa que tu opinión puede ser acertada aunque no goce del consenso de todos, o de nadie más. Y piensa también que la opinión más extendida puede ser, lo ha hecho con frecuencia, la más equivocada. Así las cosas, ¿por qué discutir para convencer a nadie de lo acertado de tu opinión?.
Acostúmbrate a comprar sólo tu ropa y otros objetos, sin depender de la opinión de otros para garantizarte así su aprobación. Viste como te gusta, y que no te importe la opinión ajena.
No busques en la ratificación de otros un seguro para tu aprobación, con frases como: "¿no es cierto, Carlos?" o "pregúntaselo a Luis"
Fíjate en una conversación, en el tiempo que estás hablando tú y el que los demás acaparan la conversación. Lucha contigo mismo por no ser el que menos habla y por no hacerlo sólo cuando se solicita tu opinión. También puedes fijarte en cuántas veces te dejas interrumpir por los demás y cuántas veces cedes tú cuando hablas al mismo tiempo que otra persona.
Evita hablar siempre con preguntas, buscando de esa forma la aprobación al delegar en el otro la responsabilidad de la afirmación. No digas "Hace buen día, ¿verdad?" sino "¡qué buen día hace!".
En conclusión, la aprobación es una gran cosa, y es muy agradable sentirse aceptado. Nada tiene de malo pretender ser aceptado por la gente y de esa forma estar integrado en el grupo o la sociedad. El problema surge cuando este deseo se convierte en una necesidad, y no lograrla resulta doloroso. Vencer este problema resulta muy difícil porque es algo que nos ha sido inculcado desde nuestro mismo nacimiento
".
(http://www.lector.net/verago98/psico.htm)

20 de noviembre de 2007

¿Estamos dispuestos a morir en vida?

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.


Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes"
a un remolino de emociones, justamente las que
rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los
bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.


Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.


Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.


Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.


Muere lentamente, quien pasa los días quejándose
de su mala suerte o de la lluvia incesante.


Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.


Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.


Solamente la ardiente paciencia hará
que conquistemos una espléndida felicidad.

Pablo Neruda.


Esta reflexión me la regaló una amiga hace unos meses cuando una profunda tristeza se había apoderado de mi corazón.
Cuando el mínimo gesto de alguien podía lastimarme aún no fuera esa la intensión.
Cuando en lugar de sonrisas podía brindar lágrimas.
Cuando el hecho de que alguien me preguntara como estaba podía hacer que respondiera con vos trémula.
Estaba dejando de hacer las cosas que quería, estaba sumiéndome en una vida sin sentido, estaba dejando morir mis ilusiones, mis ganas...
Y aunque a veces es duro poder seguir adelante cuando algo nos oprime, no es imposible, se PUEDE...
No voy a decir que la tristeza me ha abandonado porque sería una gran mentira, a veces retorna a mi vida, pero aprendí que al no poder evitarla, puedo elegir que hacer al respecto.
Por eso, cuando te sientas deprimido, pensá si estas dispuesto a morir lentamente o a vivir con todos los sinsabores que nos ofrece nuestro camino...

14 de noviembre de 2007

¿Qué es el amor?

Me parece que es imposible plantear una definición del amor... Podemos buscar en el diccionario, pero cada uno hará una adaptación diferente dependiendo de la intensidad de lo que siente...

Tampoco podemos reducirlo sólo al ámbito de la pareja, porque, aunque distinto, también amamos a nuestros familiares, amigos, porque no a alguna mascota...

El amor no tiene nada que ver con el enamoramiento. Enamorarnos significa simplemente identificarnos y/o idealizar en extremo a alguien, que generalmente representa lo que nosotros ya somos consciente o inconscientemente, o quisiéramos ser.


Como leí alguna vez: "enamorarnos es amar las semejanzas y amar es enamorarse de las diferencias"...


Es fácil identificar cuando estás enamorado, porque además de pensar en "esa" persona, de preocuparte por ella, aparecen los síntomas físicos: cuando el corazón se acelera con sólo verla o escuchar que la nombran, las famosas mariposas en el estómago (sinceramente siempre pensé que sentir algo en el estómago era imposible, pero no...), ponerse colorado (y no sólo en los tímidos sucede, hasta en los más extrovertidos el rubor hace de las suyas), sudan las manos... e infinidades de sensaciones que seguramente la mayoría han experimentado...

Algunos afirman que dura entre seis meses y un año y medio. Y son venturosos aquellos a quienes ese estado les deviene en amor. Porque el amor, es lo que queda luego de esta tormenta de endulzamientos.

Pero como saber cuando amamos a esa persona? es más difícil... y aquí no valen los consejos u opiniones de los demás, sino simplemente mirar en nuestro interior... solos percibiremos el cambio...



Amar es aceptar sin cuestionamiento alguno la libertad del ser amado. Amar es comprender que no existe el yo, en su lugar se debe hablar de nosotros. Amar es aceptar por igual las virtudes y defectos del ser amado.



"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".
1 Corintios 13:4-7


Es la primera vez que estoy enamorada, soy consciente de que no es amor, de que falta que sucedan muchas cosas para que lo sea, pero lo que siento se asemeja bastante... He creado cientas de ilusiones a su alrededor, he soñado despierta mil veces... pero sigo igual que al principio, como aquel día en que me di cuenta que estaba enamorada de él... sigo tratando de entender como sucedió...




Amor



Tantos días, ay tantos días


viéndote tan firme y tan cerca,


¿como lo pago, con que pago?


La primavera sanguinaria


de los bosques se despertó,


salen los zorros de sus cuevas,


las serpientes beben rocío,


y yo voy contigo en las hojas,


entre los pinos y el silencio,


y me pregunto si esta dicha


debo pagarla como y cuando.


De todas las cosas que he visto


a ti quiero seguir viendo,


de todo lo que he tocado,


solo tu piel quiere ir tocando:


amo tu risa de naranja,


me gustas cuando estas dormida.


Que voy a hacerle, amor, amada,


no se como quieren los otros,


no se como se amaron antes,


yo vivo viéndote y amándote,


naturalmente enamorado.


Me gustas cada tarde más.


Dónde estará? Voy preguntando


si tus ojos desaparecen.


¡Cuánto tarda! Pienso y me ofendo.


Me siento pobre, tonto y triste,


y llegas y eres una ráfaga


que vuela desde los duraznos.


Por eso te amo y no por eso,


por tantas cosas y tan pocas,


y así debe ser el amor


entrecerrado y general,


particular y pavoroso,


embanderado y enlutado,


florido como las estrellas


y sin medida como un beso.


(Pablo Neruda)





7 de noviembre de 2007

El miedo es la gran barrera que te impide lograr tan anheladas metas.

Demasiadas veces sentimos miedo... este sentimiento provocado por la percepción de peligro, real o supuesto, resulta bastante desagradable cuando no nos permite actuar como quisiéramos de verdad...


Hace un par de veranos atrás con dos amigas de la universidad decidimos irnos de vacaciones, necesitábamos huir de la rutina, de la ciudad, de los pensamientos y de todo lo que nos estaba agobiando. Luego de rendir un examen final empezamos a pensar donde ir por unos días...

La provincia en la cual vivo está llena de lugares preciosos, pero que por ser turísticos no nos proporcionarían la tranquilidad que buscábamos, ya que en el mes de febrero están colmados de gente...


Se nos ocurrió entonces ir al Cerro Champaquí (el más alto de la provincia), sería una linda experiencia, agotadora porque hay que caminar 13 km (no llanos) hasta la base y luego unas 3 hs hasta la cima, pero valía la pena...


Lo pensé un poco, porque si bien camino bastante y me gusta, es totalmente distinto caminar entre montañas...


Partíamos el 14 de febrero, el día anterior empecé a dudar, me daba miedo... Ya habíamos hecho todas las averiguaciones, donde dormir, cuanto tiempo nos llevaría, el lugar está preparado para ese tipo de aventuras, pero sin embargo no me daba seguridad...


Durante la cena en casa lo comenté, quería llamar a mis amigas y decirles que no iría... Fue en ese momento cuando mi papá intervino (siempre tiene la palabra justa y lo que necesito escuchar), me preguntó si realmente quería hacer ese viaje. Claro que sí, me encanta la naturaleza y lo que allí viviría nadie me lo podría quitar, ni describir con palabras. Entonces me dijo: no permitas que el miedo te paralice, está todo en tu cabeza, tenés el estado físico adecuado para hacerlo...

Tenía razón... esa noche dormí bien, aunque algo nerviosa...



Fue un viaje increíble, donde la tranquilidad del lugar me permitió reencontrarme conmigo misma, pensar bastante, apreciar las estrellas en todo su esplendor sin estar opacadas por las luces de la ciudad...


No llegué a la cima, me quedé en la base con otra de mis amigas, mis piernas no me lo permitieron, no por miedo sino porque después no iba a poder regresar... Pero no me arrepiento, en cambio si hubiera desistido a causa del miedo que me provocaba hoy estaría preguntándome como es el camino hacia el Cerro Champaquí...











Cuantas veces en nuestra vida diaria dejamos que el miedo se apodere de nosotros, cuantas cosas perdemos de vivir por su causa... si bien siempre existirá cuando debamos hacer una elección no permitamos que nos aconseje...

2 de noviembre de 2007

La Felicidad es un trayecto... No un Destino...

Hace unos días leí en un correo electrónico la siguiente reflexión y me pareció oportuna escribirla aquí... seguramente muchos ya la habrán leído y no resulte original... pero para ilustrar o describir lo que estoy sintiendo en estos momentos resulta ideal...

"Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo, y después de tener otro.

Entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente
grandes y que seremos más felices cuando lo sean.

Después de eso nos frustramos porque son adolescentes (difíciles de tratar).
Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esta etapa.

Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.

La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que AHORA. ¿Si no es ahora, cuando?

Tu vida siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas.

Por largo tiempo parecía para mí que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar, entonces la vida comenzaría.

Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran MI VIDA.

Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad.

La felicidad es el camino. Así que, atesora cada momento que tienes, y
atesóralo más cuando lo compartiste con Alguien Especial, lo suficientemente
especial para compartir tu tiempo, y recuerda que la vida está hecha de ese tiempo, y que el tiempo no espera por nadie.........

Así que deja de esperar hasta que termines la facu,
hasta que bajes 5 kilos,
hasta que tengas hijos,
hasta que tus hijos
se vayan de casa,
hasta que te cases,
hasta que te divorcies,
hasta el viernes por la noche,
hasta el domingo por la mañana,
hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno...
o hasta que mueras....
para decidir que no hay mejor momento que éste para ser feliz........

TRABAJA COMO SI NO NECESITARAS DINERO,
AMA COMO SI NUNCA TE HUBIERAN HERIDO,
Y BAILA COMO SI NADIE TE ESTUVIERA VIENDO..."


Es mejor aprovechar de los pequeños instantes, de esos retazos de felicidad que nos obsequia la vida, que por mas que nos parezcan insignificantes son muy importantes...