Doná comida gratis

12 de abril de 2010

Si al final, abrazarse al dolor, no nos deja brillar...

A medida que transcurría el día se daba cuenta que aquel sueño, que pareció agradable, tomaba otro matiz ante sus ojos.



No se sentía ya confiada en sus decisiones, la inquietud de que todo en lo que había trabajado durante los últimos meses era en vano, cobraba fuerza de manera insospechada.



Pero... si esa mañana se despertó tan tranquila... con una alegría inusitada ¿Qué había sido capaz de detonar aquello?¿Qué provocaba inmenso malestar?



Su auto exigencia, la inevitable comparación con los demás en situaciones similares, las palabras que intencionales o no, le prodigaban personas en las que confiaba...


Pequeñas y grandes influencias que afectaron significativamente su percepción aquel día...