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20 de noviembre de 2007

¿Estamos dispuestos a morir en vida?

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.


Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes"
a un remolino de emociones, justamente las que
rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los
bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.


Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.


Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.


Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.


Muere lentamente, quien pasa los días quejándose
de su mala suerte o de la lluvia incesante.


Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.


Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.


Solamente la ardiente paciencia hará
que conquistemos una espléndida felicidad.

Pablo Neruda.


Esta reflexión me la regaló una amiga hace unos meses cuando una profunda tristeza se había apoderado de mi corazón.
Cuando el mínimo gesto de alguien podía lastimarme aún no fuera esa la intensión.
Cuando en lugar de sonrisas podía brindar lágrimas.
Cuando el hecho de que alguien me preguntara como estaba podía hacer que respondiera con vos trémula.
Estaba dejando de hacer las cosas que quería, estaba sumiéndome en una vida sin sentido, estaba dejando morir mis ilusiones, mis ganas...
Y aunque a veces es duro poder seguir adelante cuando algo nos oprime, no es imposible, se PUEDE...
No voy a decir que la tristeza me ha abandonado porque sería una gran mentira, a veces retorna a mi vida, pero aprendí que al no poder evitarla, puedo elegir que hacer al respecto.
Por eso, cuando te sientas deprimido, pensá si estas dispuesto a morir lentamente o a vivir con todos los sinsabores que nos ofrece nuestro camino...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola soledad,

en este post nos has enseñado que hay muchas maneras de morir lentamente, pero yo también creo que hay maneras de resucitar poco a poco ;-).

Creo que la tristeza hay que aceptarla. Quién cree que puede ser feliz siempre caerá en una inevitable frustración. Somos humanos y es normal que de vez en cuando tengamos momentos de bajón...En nosotros mismos está el actuar de forma inteligente (como tú lo estás haciendo) antes esas situaciones.

Un beso enorme y mucha suerte en el examen de hoy. Desde aquí te mando energía positiva!!!

Solcito dijo...

kokrann!! es verdad, también podemos ir resucitando levemente...

Hace poco leí que tenemos por mes 3 o 4 días de bajón o depresión, es lo que consideran normales. Es que resulta lógico que haya cosas que nos pongan tristes, el tema es que la tristeza no provenga de problemas sobredimensionados por nosotros mismos...

Aprobé el exámen!! fue una grata sorpresa...

Un beso enorme..

The Seeker dijo...

Que gran poeta que es Pablo Neruda.

Me alegra que tengas a personas que te den un empujoncito para "resucitar" (lo digo por tu amiga que te regalo el poema).

Me gusta mucho la refelxion que haces al final... muy positiva, dan ganas de salir a comerte el mundo¡.

Enhorabuena por lo de tu examen :p
Un saludo.

Solcito dijo...

The seeker gracias por tu visita...

Sí,es bueno tener personas que te hacen sentir menos solo y te ayudan a seguir adelante...

Es muy importante tener una actitud positiva para no dejarnos vencer por todo lo que nos sucede...

Un beso