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21 de julio de 2008

Cerrando Círculos.

Siempre es preciso saber, cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario; pierdes la alegría y el sentido del resto. O cerrando puertas. O cerrando capítulos. Como quiera llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida, que se van clausurando. ¿Terminó con su trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vive más en esa casa? ¿Debe irse de viaje? ¿La amistad se acabo?

Puede pasarse mucho tiempo de su presente “revolcándose” en los porqués, en devolver el cassette, y tratar de entender por qué sucedió tal y cuál hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos; todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja.

A terminar con etapas o con momentos de la vida, y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió. Y hay que soltar, hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos ni adolescentes tardíos ni empleados de empresas inexistentes ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa. Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a ganar y a perder. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.

No espere que le devuelvan, no espere que lo reconozcan, no espere que “alguna vez se den cuenta de quién es usted”.

Suelte. El resentimiento, el prender “su televisor” personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo. La vida sigue para adelante, nunca para atrás.

Porque si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas” –por si acaso- nunca podrá desprenderse ni vivir el hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidades de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron.

¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo! Si no, déjelo ir; cierre capítulos.

Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo no por soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio; usted ya no es el mismo que se fue hace dos días, hace tres meses, hace un año; por lo tanto, no hay nada a qué volver.

Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por usted mismo, desprender lo que ya no está en su vida.Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo; nada es vital para vivir porque cuando usted vino a este mundo “llegó” sin ese adhesivo, por lo tanto es tan solo: “costumbre” vivir pegado a él y es un trabajo personal, aprender a vivir sin él –sin el adhesivo humano o físico- que hoy le duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte...Hay tantas palabras para significar salud mental y, cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

Paulo Coelho

6 comentarios:

Sendieva dijo...

Hay cariño, que cierto es eso, al principio parece que es imposible despegarse de algo que amas o deseas, pero cuando vuelve la lucidez y ves que no sacas nada bueno de eso, es mejor cerrar, porque habrá mejores cosas que están ahí esperando que las miremos y las vivamos, es un ciclo, como muy bien dices, y ese se cerrará y volverá otro, sí, así es la vida, solo esperemos que los nuevos siempre sean mejores, y los de atrás nos dejen buenas experiencias y aprendizaje.

Muchos besitos mujercita guapa.

Anónimo dijo...

Ese escrito lo escuché hace poco en un programa de radio.

La vida está formada por etapas y hay que aceptar (muchas veces con resignación, o al menos así lo siento yo...)que se han acabado y que ya no hay vuelta atrás...

Siempre queda el consuelo de los recuerdos...ser felices porque fuimos unos privilegiados al vivirlos (los momentos felices, evidentemente)...

Un beso.

Silvia García dijo...

Parece que hay una energía similar, porque estuve por publicar esto, en vez del que publiqué.
Es muy lindo esto de Coelho, y dice una gran verdad por supuesto, si creo, que los tiempos de cada uno para cerrar etapas son diferentes, algunos, lloramos, nos revolcamos, otros toman la decisión y ya está, hay que tener cuidado de no tapar el dolor, guardar los buenos recuerdos y estar limpios y alegres para volver a empezar
Un beso grande

Solcito dijo...

Eva: Cuesta, mucho... personalmente prefiero decir "dar vuelta la página" :), será que me gustan los libros...
No me es fácil, porque a pesar de tomar la decisión de terminar con algo que ya cumplió su etapa, siguen permaneciendo factores que complican la tarea de cerrar círculos... Pero se puede, eso es un hecho, solo hay que ser fuertes y estar convencidos de que es lo que se debe hacer...

Un beso grande.

Solcito dijo...

kokrann: ese escrito lo leí hace bastante tiempo, primero en un libro, después una amiga me lo dio escrito...
El sábado que él me hizo sentir tan mal con su actitud volvió a mi cabeza, haciendo ruido y mucho...

Los recuerdos... sí, los buenos... aunque de lo malo hay que rescatar las experiencias y añadir su aprendizaje a nuestra vida..

Besos.

Solcito dijo...

Silvia: que casualidad que estuvieses a punto de publicar lo mismo...

Yo soy de las que llora, patalea, pero creo que así, no tapo el dolor, lo asumo, lo resuelvo y al final se sale mas fuerte...

Besos.